Charla I: La casa tradicional de Toledo: ¿Modelo de vivienda sostenible?



Ciclo de Charlas sobre Sostenibilidad y Cambio Climático.
CHARLA 1. La casa tradicional de Toledo: ¿modelo de vivienda
sostenible?



El día 17 de marzo de 2010, a las 19,00 horas, nos reunimos en el auditorio del Museo Victorio Macho, de la ciudad de Toledo, para realizar la primera de las charlas, tal y como estaba programado.
El aforo -90 personas- estuvo casi completo. La adjuntía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Toledo, preparó unos regalos ecológicos que consistían en La Guía de Buenas Prácticas Ambientales en el Ámbito Doméstico, un semillero de plantas autóctonas, una libreta de papel ecológico con su bolígrafo y una bolsita de compost. La empresa AKITER, dedicada al suministro de calderas de biomasa e instalaciones de geotermia - con sede en Toledo-, repartió otros obsequios. La gente los recibió encantada.
Comenzamos la charla agradeciendo a la Real Fundación de Toledo, representada en la persona de Paloma Acuña y a la Concejalía de Urbanismo, Vivienda y Medio Ambiente, del Ayuntamiento de Toledo, representada en la persona de Carlos Triviño, por su amabilidad y el interés prestado en la organización del evento.
Rosa y yo nos presentamos y a continuación comenzamos la charla analizando los conceptos de la sostenibilidad, el cambio climático y el deterioro del medio ambiente, haciendo hincapié en que cada uno de nosotros debe hacerse consciente de su nivel de responsabilidad, al participar en el modelo cultural actual basado en el derroche y el consumismo, que nos lleva a la especulación inmobiliaria, la compra excesiva de objetos y embalajes (botes, plásticos, etc.), en el uso excesivo de fuentes de energía no renovables (calderas, coches), en el gasto indolente del agua dulce; entre otras cosas que perjudican enormemente al medio ambiente. Concluimos que nuestra inconsciencia es la causa básica del problema.
A continuación hablamos de que esa inconsciencia se reflejó en la ingente cantidad de viviendas de carácter insostenible que se construyeron hasta el estallido de la burbuja inmobiliaria, con enormes urbanismos basados en la especulación y en el coche, de gran impacto –negativo- sobre el territorio, viviendas con espacios reducidos e indignos, materiales contaminantes y costosos energéticamente, fomentadoras del individualismo, del consumo de combustibles fósiles altamente contaminantes – calefacción, agua caliente sanitaria -; en definitiva, un producto mediocre, consecuencia del modelo económico preponderante basado en la búsqueda de altos beneficios económicos a corto plazo, sin reparar en los beneficios sociales o medioambientales a largo plazo. Explicamos que la actual inflexión nos debe hacer reflexionar y mirar otros modelos, del pasado y del presente, que nos ayuden a elaborar ciudades realmente sostenibles en el futuro.
Dicho esto, pasamos a analizar las virtudes de la vivienda tradicional toledana como posible modelo de vivienda sostenible. Explicamos que lo haríamos desde la vivencia personal, pues, actualmente vivimos –Rosa y yo somos esposos- en una vivienda tradicional del casco histórico de Toledo, rehabilitada recientemente. Hablamos de las virtudes del patio como extensión del sistema respiratorio de la ciudad, conformado por la relación indisoluble calle-plaza-patio, que funciona excelentemente como estrategia contra el inclemente verano toledano. El patio, cuyas dimensiones, vegetación, fuentes de agua y muros gruesos de gran inercia térmica, permite el aislamiento adecuado del exterior y el acondicionamiento de espacios internos frescos y confortables. Es el espacio vital de la vivienda y de la ciudad, por tanto, se presenta como pieza adecuada para las tipologías del futuro, en lugares con condiciones climatológicas semejantes a las de Toledo. Además, el patio es un espacio que fomenta la convivencia vecinal -clave en el concepto de la sostenibilidad- y la conexión con el cielo, el cosmos y lo divino.
Los materiales presentes en las viviendas tradicionales toledanas, basados en adobes, madera, ladrillo, piedra, baldosas y tejas de cerámica son de bajo o medio consumo energético (madera: 0,1 a 5 Gj/t; ladrillo y baldosas cerámicas: 2 a 7 Gj/t) , en su extracción, producción, transporte y puesta en obra -con bajas emisiones de Co2-, y por ende, son materiales sostenibles.
Otros espacios de la vivienda tradicional toledana tienen gran importancia, como es el caso del zaguán, que funciona como espacio de transición entre la calle y el patio, a manera de recodo para resguardar las vistas hacia el interior, además de permitir la entrada de aire fresco durante las noches del verano, a través de una cancela o celosía en la puerta interior. El otro espacio es la azotea, donde se originan vistas sobre la ciudad y el valle, permitiendo el soleamiento en invierno y la interacción social de los vecinos que suben a tender la colada – ahorrando energía y emisiones de Co2 -. Un elemento de vital importancia que presenta este tipo de viviendas y que se hace muy pertinente en la actualidad, es el aljibe, legado de la antigüedad que nos habla de la necesidad de captar el agua de lluvia para su utilización. Explicamos que no pretendemos reutilizar los antiguos aljibes, sino incorporar nuevos sistemas con tecnologías modernas –presentes en el mercado- para aprovechar el agua de lluvia y las aguas grises de lavamanos y duchas.
También enumeramos algunos problemas que actualmente presentan las viviendas del casco, como la utilización generalizada de butano para la cocina y el agua caliente sanitaria; la ausencia de sistemas sostenibles de calefacción que induce a la utilización de radiadores eléctricos, los puentes térmicos en carpinterías debido a la ausencia de protecciones al exterior que evitarían la pérdida de la energía interior debido a la reirradiación nocturna (en la antigüedad, el calor lo aportaban los animales que vivían en establos bajo los palacios y alcobas y a través de la cocina, ubicada estratégicamente). Otros problemas son la inaccesibilidad de los pisos actuales, carentes de rampas y ascensores, así como, la pérdida de la cohesión social, al disminuir los pisos en alquiler y aumentar el fenómeno de las promociones privadas de alto costo –en venta- para gente de clase media alta y alta. Para esta última situación, comentamos que el actual Programa de Rehabilitación con destino al arrendamiento que la Empresa Municipal de la Vivienda de Toledo está proponiendo para el casco histórico de la ciudad, es muy acertado y fomentaría la cohesión social, además de la revitalización del sector y la conservación del patrimonio, entre otras cosas.
Al finalizar la exposición, se realizó un foro donde los participantes expresaron preguntas, tales como: ¿es posible trasladar el modelo de la casa toledana a desarrollos futuros?¿porqué antes las viviendas del casco eran consideradas inadecuadas y ahora las presentan como ideales?; y reflexiones como que actualmente, en la ciudad de Toledo, no se está haciendo Agenda 21; que los arquitectos no estaban proyectando para la gente -en el caso de la vivienda privada- sino para los intereses económicos de los promotores y que la gente se llevaba una gran decepción al recibir algo defectuoso y terminaban no amando sus casas; que el ritmo de vida actual no permite la convivencia vecinal y a duras penas la familiar, cosa que antes sí sucedía con en el patio toledano y que la rehabilitación debe utilizar materiales acordes con los de la vivienda tradicional, evitando plásticos, aluminio, hormigón armado etc. Esta participación - que se intentará recopilar en un blog - evidenció que es posible realizar verdadera Agenda 21, analizando entre todos los participantes los temas que harían de la ciudad de Toledo un modelo de ciudad sostenible para el país y el mundo.

Arq. Leonardo Berbesí Quintero.
Arq. María Rosa Mesa Méndez.

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Madrid, Madrid, Spain
Ambos son arquitectos y esposos, veganos (1994). Siempre les ha interesado el medio ambiente. Durante los años 1991-1994 trabajaron como miembros fundadores del grupo ecologista CREE (Centro de Recuperación de Especies en Extinción) en Mérida Venezuela, cuyo objetivo principal era la educación ambiental para evitar la extinción de especies como el oso de anteojos (Tremarctus ornatus) que habita en las montañas andinas. Desde 1996 hasta el 2001 Leonardo Berbesí fue profesor de proyectos arquitectónicos en la Facultad de Arquitectura y Arte de la Universidad de Los Andes, en Mérida, Venezuela. Ambos realizaron el Máster en Medio Ambiente y Arquitectura Bioclimática en la Universidad Politécnica de Madrid, durante el año 2002 y desde esa fecha han trabajado como colaboradores en distintos estudios de arquitectura, aportando sus conocimientos e interés en bioclimatismo y la sostenibilidad. En el mes de noviembre de 2008 obtuvieron la homologación del título de arquitectos estudiando en la Universidad Camilo José Cela de Madrid y ahora están trabajando de manera independiente y colaborando con otros estudios. E-mail: berbesimesa@gmail.com T 910022124 M 674824308